27.5.07

Una carta


Esta carta de Serguei Efron (el marido de Marina Tsvietáieva) a un amigo arroja luz sobre los días de Marina, nos asoma al horror y a la desmesura de sus horas -

Serguei Efron y Marina Tsvietáieva

Arrojarse de cabeza a un huracán se ha convertido para ella en una necesidad, ese es el aire que ella respira. Poco importa el objeto actual de ese huracán. Casi siempre (…) o mejor dicho, siempre, todo reposa en una auto-ilusión. Se inventa un hombre, y el huracán ya puede empezar. Si la insignificancia y los límites del objeto del huracán se descubren rápidamente, Marina se entrega a un nuevo huracán de desesperación, estado que favorece la llegada de un nuevo estímulo. Poco importa el qué; lo que importa es el cómo. No se trata de la realidad de las cosas, de la fuente de los sentimientos, sino de un ritmo enloquecido. Hoy es la desesperación, mañana será el entusiasmo, el amor, la entera donación de sí misma, y pasado mañana será de nuevo la desesperación. Y todo ello en presencia de una inteligencia lúcida, fría, cínicamente volteriana. (…) Es una inmensa hoguera cuyo encendido reclama madera, mucha madera. Se tiran las cenizas inútiles no siendo la calidad de la madera demasiado importante. Mientras el tiro funcione, todo se quema. Si la madera es de peor calidad, se consume más rápidamente, y si es mejor dura más tiempo.
Serguei Efron

No hay comentarios.: