26.5.07

Hoy

Que Marina brille - feliz: sobre el sentido de sus palabras, sobre el pulso de sus dolores, sobre la certeza de cada silencio. Que Marina Tsvietáieva llegue - hoy más que siempre - a partir de hoy más que nunca: al dar el reloj la hora. Que en la música y en la soledad esté: que en la dicha y la palabra sea: Marina, así, hoy -- un huracán: la mujer-relámpago. La luz encima de la puerta. Perfecta. Luminosa como su dolor. Enorme como los trenes que aúllan. Que la reciban los que vengan, que la fiesta sea enorme como ella. Que la felicidad tenga flores blancas - y agua y ocho cuerpos entregados a la única pasión de decir, bailar, callar, gritar, mostrar la soledad y sus caminos: Marina Tsvietáieva. Y nada más.
Alejandro Tantanian

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