22.4.07

El rey de los Alisos

¿Quién galopa tan tarde a través del viento y de la noche? Son un padre y su hijo. El padre aprieta contra su pecho al hijo, el hijo se siente seguro junto al padre, el hijo siente el calor del pecho de su padre, sin embargo: – Hijo, ¿por qué escondes la cabeza? ¿Tienes miedo? – Papá, ¿no ves al Rey de los Alisos? ¿Al Rey de los Alisos con su manto y su corona? – Hijo, es la niebla. Nada más. “Niño, querido niño, ¡ven a mí! Jugaremos juegos maravillosos. Flores de extraños colores florecen, aquí, en mi manto, mi madre hará con ellas enormes, bellos ramos.” – Papá, papá ¿no escuchas las promesas que el Rey de los Alisos me hace al oído? – Calma, hijo mío, nada temas. Es el viento que susurra entre las hojas secas. “Hermoso niño, ¿quieres venir a mi palacio? Allí mis hijas bailarán para ti y cantarán para ti, allí te acunarán y te mecerán.” – Papá, papá, ¿de verdad no ves, allí en la oscuridad, a las hijas del Rey de los Alisos? – Hijo, hijo mío, sólo veo árboles viejos brillando grises en la noche… Y nada más. “Te amo, niño mío. Y no soporto tu belleza. No tengo alternativa: si no quieres venir conmigo – ¡te llevaré por la fuerza!” – Papá, ay papá, me clava las garras en el pecho, el Rey de los Alisos me lastima, me duele papá, aquí, duele. El padre clava las espuelas y el caballo galopa cada vez más fuerte, vuela en la noche, el padre aprieta contra su pecho al niño, llega el caballo a la casa – el hijo ya está muerto entre sus brazos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Quién es el autor de este fragmento? Me gustó mucho y lo encontré buscando datos sobre la novela del mismo nombre de Michel Tournier. Por favor contestame a marglezmi@hotmail.com Soy un fanatico de los libros. Saludos.

Anónimo dijo...

Es de Goethe.